ISIDRE NONELL, posmodernismo catalán, 1872-1911

0.- Encabezamiento: "La paloma"
00- Bodegón.
1.- Dona (Mujer)
2.- Capvespre a San Martí. Atardecer en San Martín (Barrio de Barcelona)
3.- El pobre de la Boquería. El pobre de la Boquería (Mercado barcelonés que está en Las Ramblas)
4.- El captaire a París.(El mendigo en París)



Isidre Nonell no solo se dedicó a pintar gitanas. Con este mensaje llega a la Fontana d’Or de Girona una exposición, Isidre Nonell. Figures i espais, que sigue la evolución de uno de los pintores más importantes del posmodernismo catalán. Nonell (Barcelona 1872-1911) murió muy joven. Únicamente tenía 38 años. Aunque corto, el suyo fue un recorrido intenso. La exposición reúne una cincuentena de obras, entre pinturas y dibujos, de las que 21 que nunca antes habían sido expuestas en público porqué pertenecen a colecciones privadas.
Nonell pasa de los primeros paisajes y bodegones, influidos por artistas contemporáneos como Ramón Casas o Santiago Rusiñol, a la época en la que su atención se centró totalmente en las gitanas a una tercera etapa final, de madurez prematuramente cortada, en la que empieza a dibujar mujeres de tez blanca, de clases pudientes, formas sensuales y recupera el color en su paleta.
Por eso, la exposición está dividida en tres partes. Se trata de dar a entender al público que «Isidre Nonell no solo es el pintor de las gitanas» y que se conozca que tiene un largo recorrido, según explicó ayer la comisaria de la muestra, Glòria Escala.

LAS INFLUENCIAS / El primer periodo está marcado por los paisajes y bodegones en los que la figura humana queda en un segundo plano. Son figuras integradas en paisajes y en las que predomina el color. Entre 1890 y 1900 Nonell no tiene un arte tan personal y en sus trazos se percibe la influencia de otros artistas.
Diez años de exploración culminan en la inmersión en «la marginalidad». Después de dos estancias en París, vuelve a Barcelona y da un giro a su arte. Centra el foco en las clases desfavorecidas y, sobretodo, en las gitanas. Durante seis años se convierten en su obsesión (1901-1906).
En esta época una tragedia sesga la vida de una de las modelos predilectas de Nonell: Consuelo. Fue su amante y una de sus musas, que murió cuando un temporal derribó la chabola donde vivía. En este periodo el espacio como contexto desaparece de los cuadros de Isidre Nonell. Utiliza fondos neutros que contribuyen a dar énfasis a la sensación de precariedad. «Abatidas, amodorradas, melancólicas», las gitanas de Nonell lo convierten en un «provocador» para su época.
El artista tuvo que enfrentarse al rechazo y no fue hasta su «tercera etapa» cuando le llegó el primer éxito. Tarde porque fue un año antes de que muriera. En esta tercera etapa el color reaparece y las gitanas dejan paso a mujeres de piel blanca. Descubre la sensualidad y sus mujeres dejan de esconder sus rostros. Un periodo durante el que la pintura de Nonell toma más personalidad. «Nunca sabremos hacia dónde le habría llevado», comentó Escala.
La exposición Nonell figures i espais se puede ver desde hoy en el Centro Cultural de Caixa Girona, la Fontana d’Or. (Texto de MARINA LÓPEZ de GIRONA), postmdernismo