dimarts, 24 d’agost del 2010

MUJERES Y NIÑOS. LAS PRINCIPALES VÍCTIMAS DE LA TRAGEDIA DE PAKISTÁN.
 (El Mundo.es Agencias Madrid)

Supongo que es poco lo que podemos hacer por ellos, pero si es poco y con buena voluntad, puede ser mucho entre todos.

 
 
 
 
 
 
    20 millones de afectados, más de 1.600 muertos, y cifras que no dejan de aumentar en una de las peores tragedias humanitarias de los últimos tiempos. Las inundaciones en Pakistán han dejado un mapa desolador con millones de víctimas, que no dejarán de aumentar si la ayuda finalmente no llega.

Pero, entre las millones víctimas son los niños y las mujeres los más afectados, según la ONG lnspirAction. Los desplazados por las inundaciones deben enfrentarse al trauma y el stress que suponen llegar a un entorno desconocido, prácticamente con las manos vacías. Apenas tienen ropas y han dejado atrás todas sus pertenencias. Los niños tienen dificultades para dormir a causa de la extrema ansiedad y muchos tienen pesadillas recordando los momentos críticos de las inundaciones.
"Pakistán se enfrenta a una gigantesca crisis humanitaria", afirma Robin Greenwood, responsable de Asia y Oriente Medio de la ONG lnspirAction. "Miles de personas aún no han recibido asistencia. Es crucial que la ayuda humanitaria llegue lo antes posible a aquellos que más lo necesitan", añade.
Por su parte, las mujeres que no cuentan con un hombre adulto en su familia sufren el riesgo de abusos mentales y físicos, dado que las dimensiones del desastre hacen difícil garantizar la protección a una población que vive en improvisadas tiendas de campaña o edificios derruidos. Además tienen más dificultades para acceder a los puntos de distribución de la ayuda, ya que no tienen con quién dejar a sus hijos.
"Las mujeres", indica Isabel Ortigosa, responsable de Comunicación de esta ONG, "tienen necesidades especiales. A pesar de la tragedia, la vida continúa, y los niños siguen naciendo en Pakistán, en condiciones de extrema vulnerabilidad. Sus madres a menudo son las últimas en expresar sus necesidades, y la falta de asistencia médica unida a las deficientes condiciones higiénicas en las que viven y dan a luz ponen en riesgo su supervivencia y la de sus hijos".
Mientras tanto, la situación del país es cada vez más trágica. Según el presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, ha considerado que se necesitará tres años para recuperarse de las inundaciones. "No creo que Pakistán se recupere nunca del todo, pero seguiremos adelante", dijo el presidente.
La agricultura, la base de su economía, se ha visto fuertemente golpeada: más de 1,71 millones de hectáreas de cultivos de algodón, maíz y caña de azúcar fueron destruidas y también se perdieron grandes reservas de alimentos, sobre todo de trigo.
Las autoridades financieras están negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para revisar los términos del programa de préstamos de 10.000 millones de dólares al país.
El gobierno ha sido criticado por su lenta respuesta a la catástrofe y algunos analistas expresaron sus temores a que la escasez de alimentos, incrementada por la inflación y la pobreza de la región, desate enfrentamientos y desestabilice el gobierno prooccidental.

divendres, 20 d’agost del 2010

ELISEO MEIFRÉN I ROIG. MODERNISMO, Realismo, Impresionismo... BARCELONA 1857-1940

    PAISAJE CON RÍO. Modernismo. Colección particular. Barcelona.
    EL OLIVO SAGRADO, MALLORCA.  Modernismo. Colección particular. Barcelona.

El olivo es un árbol típico del Mediterráneo, que ha poseído a lo largo de la historia un significado mítico muy importante, que se remonta hasta la época del Diluvio Universal. Ello se debe a su longevidad centenaria, que transforma el olivo en un árbol "sagrado." Este efecto viene remarcado por su silueta, que adopta formas caprichosas y tortuosas, recortándose a través del tronco o de las ramas desnudas, como si quisiera hablarnos de aquéllo que ha visto a lo largo del tiempo.
Eliseu Meifrén intenta plasmar todo ésto a través de "El olivo sagrado", el cual aparece majestuoso al borde del camino que se pierde después del giro.
La relación del olivo con Mallorca es milenaria, y forma parte de la propia identidad de la isla, la cual vivió de la exportación del aceite de oliva hasta los años 50 Eliseu, al cual le encantaba salir a pasear con los instrumentos de trabajo y pintar a "plein air", realiza aquí un homenaje a Mallorca, al Mediterráneo y a uno de sus símbolos: el olivo.


    PAISAJE DE CADAQUÉS. Modernismo. Colección particular. Barcelona.

Eliseu Meifrén estaba pintando una vista de Cadaqués parecida a ésta, cuando se le acercó un chiquillo y le preguntó: "¿Como le va hoy, maestro? ¿Le molesta que le acompañe?" El pintor le respondió que no, así que el chaval continuó: "¡Pinta usted muy deprisa, sí, realmente muy rápido!" Este joven nervioso y simpático que no paraba de interrogarle era ni más ni menos que Salvador Dalí, el cual observaba con atención la manera de pintar que tenía el entonces ya cargado de años Eliseu Meifrén. Lo que le interesaba al gran creador surrealista era la técnica de Meifrén, es decir, la capacidad que tenía Eliseu de recrear lo que había delante de sus ojos con pocas y rapidísimas pinceladas, La fama que tenía nuestro protagonista de ser poco diplomático y descarado contrasta así pues, con la paciencia con que respondía al pequeño Dalí.
La simplificación formal de Cadaqués resulta sorprendente y ya no tiene absolutamente nada que ver ni con el realismo de las primeras etapas del autor, ni tampoco con el impresionismo del período de madurez. Estamos delante de obras que marcan definitivamente un giro en su carrera y que busca nuevos lenguajes. Por su sencillez y abstracción nos podría recordar las obras de los jovenes fauvistas. como Matisse, líder del movimiento. No obstante no debemos olvidar que la mencionada Vanguardia ya hacía años que había tenido lugar, y que en aquel momento el panorama francés estaba ocupado sobre todo por el surrealismo.


    VISTA DE CADAQUÉS. Modernismo. Colección particular. Barcelona.
Las vistas de Cadaqués fueron uno de los temas preferidos de Eliseu Meifrén. Todo y el entonces difícil acceso a la recóndita población, el 1886 el artista llegó y fue todo un pionero en el descubrimiento de la pequeña localidad ampurdanesa. Más tarde lo seguirían artistas e intelectuales como Salvador Dalí, Federico García Lorca, Paul Éluard. Man Ray, Max Ernst, André Breton, Pablo Picasso. Marcel Duchamp. Richard Hamilton o Jean Tinguely, entre muchos otros.
La relación de Meifrén con los habitantes del pueblo fue siempre muy estrecha: la ayuda económica ofrecida por nuestro protagonista a los pescadores en años difíciles, así como su activa participación en los acontecimientos sociales lo llevaron a ser nombrado "hijo adoptivo de Cadaqués." Hoy en día todavía podemos ver la sala Meifrén en el Casino de l'Amistat, antigua sociedad de beneficencia conocida como La Benéfica y centro de actividades culturales. Realizó durante muchos años para el casino tanto el menú como los carteles que anunciaban la Festa Major del pueblo, que tenía lugar en los veranos.




































BARCELONA VISTA DESDE EL TIBIDABO. Realismo. Colección particular. Barcelona.

    NOCTURNO DE PALMA DE MALLORCA. Realismo. Carmen Thyssa Bornemisza Collection.

    PAISAJE NOCTURNO. Realismo. Carmen Thyssa Bornemisza Collection.

La luz de la luna, difundida por entre las nubes siempre presentes en la pintura de Meifrén. Toda la escena. sumida en plena noche, desprende un sentimiento de paz y de quietud profunda, rasgo característico de los paisajes nocturnos del artista. Estos últimos, de raíz romántica y posteriormente rescatados por los simbolistas a finales del s. XIX, nunca desaparecieron de la producción de Eliseu: desde los primeros cuadros más cargados de sentimentalismo como "Nit al llac", hasta las composiciones de carácter más empírico, forman parte de su inmensa obra, que oscila entre las enseñanzas de La Llotja y las innovaciones parisinas del momento.

    PUERTO DE BARCELONA. Realismo. Carmen Thyssa Bornemisza Collection.

El año 1888 Meifrén participó activamente en el marco de la Gran Exposición Universal de Barcelona, con cuadros como el famoso "Port de Barcelona" (1888) Miembro del jurado, su reconocimiento como pintor lo llevaría, al año siguiente, a un acontecimiento capital en su carrera: la primera exposición individual en la Sala Parés de Barcelona. Con más de sesenta cuadros, la muestra obtuvo muy buena acogida por parte de la críticapero menores resultados en cuanto a ventas. Ello propició uno de los primeros escándalos en la vida del artista, ya que decidió subastar los cuadros que en el plazo de un mes no se hubieran vendido. La mencionada decisión demuestra claramente el taranna del pintor, desvinculado de toda convención social: si bien en París su estrategia económica hubiera resultado del todo normal, a los ojos de la sociedad barcelonesa no fue aceptada y provocó no pocos enfrentamientos entre el artista y el círculo especializado. A pesar de todo, gracias a las ganancias obtenidas en esta subasta, Meifrén se pudo financiar un viaje por Italia, del cual son testimonios numerosas telas que reflejan paisajes y escenas de Venecia o de Nápoles.

Fuentes: Cuadros. LA CIUDAD DE LA PINTURA.Textos: Grans Genis de l'Art a Catalunya." M I R. Ciro Ediciones S.A. 2008


PAISAJE DE VENECIA. Realismo. Colección particular.

diumenge, 15 d’agost del 2010

ISIDRE NONELL I MONTURIOL, pintor de gitanas. MODERNISMO./VANGUARDIAS HISTÓRICAS/REALISMO. Barcelona 1872-1911

Maruja- Vanguardias Históricas. Realismo. Sala d'Art Artur Ramón. Barcelona.

Encabezamiento del blog: Lola. Colección particular. Barcelona. Modernismo.

La Sol. Modernismo. Colección Alora-derksen. Barcelona.
Gitano. Modernismo. Colección particular. Madrid.
La Juana. Vanguardias Históricas. Realismo. Museo Nacional Centro de Arte Doña Sofía. Madrid.

La Paloma. Vanguardias Históricas. Realismo. MNAC. Barcelona.

Pura, la gitana. Vanguardias Históricas. Realismo. Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Inocencia. Vanguardias Históricas/Realismo. Colección particular. Barcelona.


Abatimiento. Vanguardias Históricas. Realismo. MNAC. Barcelona.
Isidre Nonell i Monturiol. Pintor de gitanas


Susana Hermoso-Espinosa García y Marc Montijano Cañellas

03/06/2006







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ISIDRE NONELL, PINTOR DE GITANAS. Por Susana Hermoso-Espinosa García y Marc Montijano Cañellas.


Nacido en Barcelona el 30 de noviembre de 1873, en una familia burguesa. Como dibujante y pintor se le puede considerar un verdadero autodidacta. En sus obras siempre sintió preferencia por los tipos mas desgraciados. Residió bastante tiempo en París, pero ello apenas si le marcó. Sufrió el desdén del público y la oposición de la crítica.
En una exposición celebrada en 1910 obtuvo un gran triunfo, y su consagración oficial y definitiva, aunque póstuma, ya que murió en 1911, llegó con la Exposición de Barcelona de 1918.
Crecido en la Cataluña de finales de siglo, Isidre Nonell, precursor de la renovación de la pintura en Cataluña a principios de siglo, es la figura prematuramente desaparecida, que centra dentro de su misma generación la promoción siguiente a la de Ramón Casas (1866-1932). Pocos años de diferencia entre estos artistas, como se puede ver, y sin embargo, un abismo en su realidad histórico-social, y por consiguiente grandísimas diferencias en su concepción artística.
La principal clave de modernidad de su pintura, según mi punto de vista, reside en él, en su mentalidad de artista, de creador libre. Nonell es de una personalidad única, remetida en si misma, ajena a toda escuela, ciclo o movimiento. Era el jefe de una estética unipersonal, y si se le preguntaba por posibles trastiendas estéticas de lo que estaba haciendo, reaparecía la desconfianza del antiguo mercader de pastas para sopa y respondía ‘Jo pinto, i prou’, y decía verdad, porque su pintura no era guiada por otras razones que las de un sensualismo deleite por el color y la forma. A la hora de pintar su voluntad, su apetencia, prima sobre cualquier otra cosa. Por tanto no acepta una temática impuesta, ni unas reglas compositivas académicas. Él simplemente es pintor, y pinta, si no hay otro remedio, para él, para sentirse satisfecho consigo mismo. Por tanto, su mentalidad es totalmente moderna y esta genera una pintura moderna.
La total libertad para el pintor ante su creación, por la que luchará y sufrirá toda su corta vida, lo convierten en un pintor moderno. Y a consecuencia de esta actitud fue rechazado, insultado y humillado por casi todos. Esto en palabras, unos cien años después, queda incluso poético, pero vivir esta realidad para él tuvo que ser muy trise y frustrante. Tal vez la lectura de dos textos incluidos al final, ayuden a comprender mejor la situación que vivió Nonell. Quien con el tiempo fue angustiándose por el hecho de que con su pintura, no sacase ningún provecho económico y prácticamente fuese mantenido por sus padres. La idea de que, a pesar de sus constantes desvelos artísticos, pudiese ser considerado un inútil, le humillaba y le hacia repetir: ‘desde luego que yo me gano la vida, lo que ocurre es que no me la pagan.’
Es necesario admitir, no obstante, que Isidre Nonell no fue una victima inocente de tantas malquerencias. Su temperamento no fue ajeno a esas enemistades creadas. Incluso los que le apreciaron coinciden al calificarlo como una persona terriblemente irónica, propensa a la maledicencia.
Su mentalidad se debe, en parte, a su corto paso por la ‘Llotja’, este fue enormemente importante; no tanto por lo que le enseñaron en las aulas, que también tuvo importancia, sino porque en aquel ambiente aprendió a pensar y reaccionar como artista. Allí descubrió el mundo del arte, comprendió lo que era la pintura, por consiguiente, lo que era pintar.
En 1901, tras un año de divagación después de su regreso de París, sale el verdadero Nonell. Deja de lado los tonos calientes, que daban a su obra un carácter radiante, lleno de luz y en cierto sentido alegre, obras de juventud que respondían a un concepto un poco aburguesado, consecuencia de la estética modernista-impresionista. Y pasa a ser el Nonell al que hacemos referencia. Ya no hay dudas, sabe lo que hay, qué tiene que hacer y no admite otro mundo que el suyo. Todo esto queda reflejado en su pintura. Hace un viraje total y en menos de dos años pasa de la luminosidad a la tenebrosidad y libera su mundo de miseria y fealdad.
Este convencimiento de su personalidad y valía como artista, queda muy bien reflejado en el comentario que hace, en una de sus cartas enviadas desde París a Casellas dando cuenta de la impresión que le causaron los impresionistas franceses,
‘... lo de C. Monet, Degas, Pisarro, Manet, Renoir, etc., incluso lo encontré con poca sustancia, insuficiente. Ahora todo esto lo he visto con detención y me gusta mucho más que al principio, pero de todas maneras para mi no es tan grande como creía’, y acaba diciendo: ‘...Sunyer (que de pasada está muy bien y no le falta nada) como hace más tiempo que está aquí ha podido comprender mejor lo que digo y piensa lo mismo que yo. Y me decía que todavía no ha visto ninguna nota de color de ningún joven que se pueda comparar con muchas de las que hacen los jóvenes en Barcelona...’
Nonell quiere impulsar su arte en el mundo artístico e intelectual de la época, sin poder conseguirlo, y por ese motivo se siente herido en todo su orgullo de pintor. Lucha y sufre, y esto hace que se vuelva más seco y arisco; nada más le queda un círculo reducido de amigos y admiradores, entre los cuales se encuentra su gran amigo Canals y los de la redacción del semanario Papitu.[Nota 1]
En la Barcelona finisecular, entre la gente de bien, la pintura sólo se concebía aplicada a los temas de historia y a los retratos mundanos. Los pintores pensaban en el Museo y en la Academia. Sin embargo el arte de Nonell se identifica con los mendigos, con los cretinos, con los gitanos, con la mala vida. Su academia eran las barracas de los suburbios de la falda de Monjuïc, y las tabernas de los barrios bajos.
Queda claro que, aproximadamente a partir de 1901, un tema domina sus cuadros: las gitanas. Ahora bien es difícil determinar si en la actitud de Isidre Nonell al preferir estas modelos tenía algo que ver alguna idea preconcebida a favor de los miserables y oprimidos.[Nota 2]
Se ha dicho, y no por pocos autores, que la temática de su obra es provocada por el ambiente que lo envuelve. Que es una manera muy suya de protestar contra la sociedad en la que se educó, al pintar a los desheredados de la vida que son el ‘producto defectuoso’, por así decirlo, de su sociedad. También dicen, y eso es cierto, que no hace crónica social. La figura de la gitana no está en su medio cotidiano, pintoresco, lo que le aleja enormemente del romanticismo costumbrista. Pero creemos que eso no es cierto, o al menos no es lo que le lleva a pintar este tipo de personajes.
Es verdad que el hecho de que pinte gitanas en unos tiempos en que los jurados de los certámenes oficiales, la crítica y el público en general preferían a José Moreno Carbonero y a otros pintores de género, se puede interpretar por el camino corto, o de un modo simplista, como una protesta a su sociedad. Pero si se profundiza un poco más, te das cuenta de que está muy por encima de todo eso. Su pintura a partir de su regreso de Francia es únicamente pintura, no literatura. No hay por tanto nada que leer.
Nonell plasma en estas obras un interés por el mundo real con una actitud que contrasta fuertemente con el optimismo de la Restauración. Sinceridad en la atención de las cosas, que no precisan de matiz subjetivo alguno, para mostrarse tal como son y por ello mismo poseen atención y veracidad, descubrimiento de lo que existe, sin edulcoración, pero también sin compasión sentimental.
Lo que los nuevos artistas buscan es precisamente, la sinceridad que en los tremendistas no se encuentra. El tremendismo quiere suscitar sentimiento, lágrimas, recurre a todos los efectos a su alcance para lograrlo. Por el contrario artistas como Darío de Regoyos, Nonell, el primer Mir, Canals, quieren ofrecer la realidad cotidiana tal como ella es. Sin cargar las tintas pero sin tibieza. La sinceridad aleja los excesos sentimentales como aleja también el idealismo y la espiritualización y se enfrenta directamente a los predicadores de la belleza esgrimiendo una razón bien sencilla: el mundo no es bello, la realidad española del noventa y ocho no es amable, no hay belleza en la Barcelona urbana e industrial, en los marginados en el proletario.
Complicaciones no tuvo ni se las buscó, hacia tan sólo lo que le dictaban los sentidos, aquello que el corazón le decía que tenía que hacer. Sigue de una forma obstinada las directrices que se ha trazado para lo que tiene que ser su pintura: una insistente búsqueda de la calidad de la materia hasta que se haga grasa, pastada, madura, exactamente como si fuese el resultado de un largo proceso de cocción o de fermentación. Para Nonell toda la pintura se reduce al color, pero no el color de las tonalidades exaltadas, sino el de las graves, no el que estalla superficialmente, sino el que parece emerger del fondo del cuadro. Eso es lo más importante para el pintor, mucho más importante que el dibujo (se le critica, no del todo injustamente, una cierta repetición de la pose de sus modelos y de escamotear algunos problemas de composición, tales como el pintar las figuras con la cabeza inclinada o escondiéndoles las manos). Lo que cuenta para Nonell, es la pintura en si misma desligada de cualquier significación. De ahí la radical incomprensión de la mayoría de los críticos al hecho de que para el artista los mendigos, gitanos, y seres que eran tenidos por feos, sucios y miserables fuesen un mero pretexto para poder trabajar la pasta de un modo generoso.
Esta primordial valoración del color entre los diversos elementos pictóricos determinó la actitud nonelliana frente al arte, caracterizada por una voluntaria abstracción de todo contenido y resumida en la célebre frase, ‘Jo pinto i fora’ (Yo pinto y nada más), con la que respondió a alguien que quiso saber sobre su estética.



¿Qué representa la producción de Nonell en el panorama artístico de Cataluña?
En principio supone un regreso al objetivismo que ya contaba, a lo largo de la pasada centuria, con importantes manifestaciones, tales como la obra de Benito Mercadé, Simón Gómez o Joaquín Vayreda. Ese realismo fue continuado por Nonell, reanudando el camino, que había estado largo tiempo, equivocado a consecuencia de tantas pretensiones extra-pictóricas como las que tuvieron artistas ciertamente bien dotados, pero que perseveraron en el cuadro de género (Román Ribera, Antonio Fabrés), en escenografías melancólicas (modesto Urgell), y en idealismos que , o bien eran de inspiración nórdica - concretamente derivados del prerafaelismo inglés (Alejandro de Riquer, José María Tamburini, Juan Brull) - o bien se materializaban impregnados de sentimientos religiosos y catalanistas, que comportaban una visión patriarcal de la vida (Dionisio Baixeras, Juan Llimona).
Nonell se aparta de todo eso con su ‘Yo pinto y nada más’, conducido únicamente por su instinto. Su liberación se iniciado, como ya he dicho, al regresar de Francia, no antes, ya que durante sus meses parisienses intentó hacerse con un nombre recurriendo a la truculencia de sus recuerdos de los degenerados de Caldas de Boí [Nota 3] o del espectáculo de los repatriados que vio en las calles de Barcelona, motivo que, sin lugar a dudas constituía también literatura o’ folklore’ de exportación, no el de pandereta, sino el de la ‘España Negra’.
La contribución nonelliana determinó un cambio radical en la pintura catalana, la figura de Nonell viene a ser un mojón, para emplear la afortunada expresión de Rafael Benet. Antes de él, la anécdota, la vaguedad o el predominio del contenido sobre la forma. A partir de él, la plasticidad por encima de cualquier otro valor.
Fue, en definitiva, un innovador al señalar un camino, el único que siguieron los artistas catalanes hasta que otro revolucionario, Joan Miró, abriese un nuevo sendero en el terreno de la no-objetividad.
Fuente: HOMINES.COM. Fuente cuadros: LA CIUDAD DE LA PINTURA.

Nota.- No están incluidas en el post las noras de Arte a que hace referencia el escrito.
http://www.homines.com/arte_xx/isidre_nonell/index.htm  (Clicar en este link si queréis consultarlas.)

divendres, 13 d’agost del 2010

SAN FRANCISCO DE ASÍS. Frases. Jean Anouilh, Thomas Edison, Gandhi, Jeremy Bentham, Leonardo da Vinci, Platón.

San Francisco de Asís

"Todas las cosas de la creación son hijos del Padre y hermanos del hombre... Dios quiere que ayudemos a los animales si necesitan ayuda. Cada criatura en desgracia tiene el mismo derecho a ser protegida."

" Si existen hombres que excluyen a cualquiera de las criaturas de Dios del amparo, de la compasión y la misericordia, existirán hombres que tratarán a sus hermanos de la misma manera."



Jean Anouilh:

"En algún lugar bajo la lluvia siempre habrá un perro abandonado que me impedirá ser feliz."



Thomas Edison


"La no violencia lleva a la más alta ética, lo cual es la meta de la evolución. Hasta que no cesemos de dañar a otros seres vivos, somos aún salvajes."


Gandhi (acerca del sacrificio de animales)


"Sostengo que cuanto más indefensa es una criatura, más derechos tiene a ser protegida por el hombre contra la crueldad del hombre. Debo realizar todavía muchas purificaciones y sacrificios personales para poder salvar a esos animales indefensos de un sacrificio que no tiene nada de sagrado. Ruego constantemente a Dios para que nazca sobre esta tierra algún gran espíritu, hombre o mujer, encendido en la piedad divina, capaz de librarnos de nuestros horrendos pecados contra los animales, salvar las vidas de criaturas inocentes y purificar los templos"


Jeremy Bentham


"Si un ser sufre, no puede existir justificación moral para rehusar tomar ese sufrimiento en consideración. No importa la naturaleza del ser, el principio de igualdad requiere que su sufrimiento se considere igual al sufrimiento semejante de cualquier otro ser... Es probable que llegue el día en que el resto de la creación animal pueda adquirir aquellos derechos que jamás se le podrían haber negado a no ser por obra de la tiranía"



Leonardo da Vinci


"Llegará un día en que los hombres como yo, verán el asesinato de un animal como ahora ven el de un hombre."


Platón


El Hombre puede medir el valor de su propia alma en la mirada agradecida que le dirija un animal al cual ha socorrido



























divendres, 6 d’agost del 2010

JOAQUIM MIR I TRINXET. Modernismo/Vanguardias.1873 Barcelona-1940 Barcelona.

    Cala encantada. Mallorca. Modernismo. Abadía de Montserrat.

Cuando llegó a la isla, Joaquim Mir prefirió alejarse de los núcleos habitados y escogió los paisajes abruptos, a menudo de difícil acceso y que seguramente le impresionaron por su orografía, para ser plasmados en sus telas.  Calas, valles, torrentes y la serra de Tramuntana fueron los motivos predilectos de su producción mallorquina. Se cuenta que durante su estancia, Mir elaboró un centenar de obras, demostrando así una voluntad de trabajo incansable.
Mir realizó hasta tres telas con formatos diferentes de la Cala Encantada, pintadas desde el llamado "camí dels pintors", que va desde Deià hasta Llucalcari.
La estancia en Mallorca supuso cambios en su forma de pintar. Si hasta ahora se había interesado por captar la luz, los paisajes de la isla le inducirían a afrontar un nuevo reto, reflejar la atmósfera de un clima húmedo y de una tierra asomada al mar.
Es bajo esta nueva mirada que Mir capta esta vista de la Cala Encantada, donde la fuerza del mar estalla al llegar a las rocas en miles de destellos de agua.

        El espejo de una  iglesia. L' Alforja (Tarragona.) Modernismo. Abadía de Montserrat.

El 1924 y posteriormente el año 1927, Mir inicia una nueva campaña que lo llevará en esta ocasión hasta la población de L'Alforja.
Las obras resultantes de esta campaña se centrarán básicamente en tres temas, vistas generales o parciales del pueblo, como la que nos ofrece en esta obra; la zona del antiguo castillo árabe, hoy destruído, y también alguna de las típicas calles en pendiente de la población.
Todo y que poco a poco el realismo se apodera de las obras de Joaquim Mir, el color representa aún una fuente de experimentación para el artista. Superado el efecto impresionista, recorta la silueta de la montaña y del esbelto campanario que corona la iglesia del pueblo en un cielo azul, sin matices, que guardará sobre todo para los cambios cromáticos de la vegetación de la montaña, así como para las ramas del árbol que se inclinan sobre el lecho del río.
Después del estudio de las casas de la población, enmarcadas por el azulado que las caracteriza, Mir difumina su proyección sobre las aguas del río, que borran, deslizándose, las formas de L'Alforja.



    El portal de la Vileta. Modernismo. Colección particular. Barcelona (España.)

En ninguna otra etapa de la trayectoria del artista, la figura humana se integra de una manera tan clara en el paisaje. En "El portal de la vileta", la vida en la calle queda plasmada a través de este grupo de mujeres sentadas que "fan petar la xerrada" (se entretienen hablando), a la sombra de las casas. Mir plasma en estas obras la proximidad de la gente, pues él se había integrado plenamente en la vida de la población, donde aún se recuerda la actividad del pintor en sus parajes, caminos y calles. Aún cuando en la obra posterior encontraremos algún retrato -género que tratará solamente de forma esporádica-, la figura humana sólo será tratada en tanto que integrada en el paisaje, tal como podremos observar en las obras vilanovinas.
Las mujeres se confunden aquí con el entorno más inmediato, que todo y manteniendo su sujección a las formas en las fachadas de las casas, puertas y ventanas y en el empedrado de la calle, adquiere un tratamiento prácticamente mosaicista.
Es preciso resaltar la óptica escogida por el pintor, que situado en la sombra de la calle, busca el foco lumínico y paisajístico que le aporta el portal, que se obra a un paisaje dentro del propio paisaje, con una factura casi abstracta, donde la forma definitivamente se diluye.



    Olesa de Bonesvalls. Barri de l'Hospital. Modernismo. MNAC. Museo Nacional de Arte de Catalunya.
Un pueblecito cercano a Barcelona, de los que aún no se han masificado,  de una belleza singular. En él nació mi madre María, que en paz descanse, y desde aquí le dedico un pensamiento, así como a mi abuela Ana, a mi madrina América y otros familiares que allí descansan. Como podéis suponer el pintor Mir pasó también por allí y pintó algunos cuadros.


    Palma de Mallorca. Modernismo. Colección I. Masoliver.

    Reflejos. Mallorca. Modernismo. Abadía de Montserrat.

El período que Joaquim Mir pasó en la isla de Mallorca, desde finales de 1899 hasta abril del año 1904, ha de ser considerado como una etapa de búsqueda y estudio. Mallorca marca un rompimiento con la etapa de formación del artista, centrada temáticamente en la ciudad y sus alrededores, donde es capaz de captar la vida en los suburbios pero también la última luz de la tarde cargada de tonos azafranados. Técnicamente el uso de una pincelada corta, de toque ágil, que aprendió en la Escuela Llotja, dejará paso a una pincelada vertical cada vez más suelta y amplia.
"Reflejos, Mallorca" significa un valuosísimo testimonio de este proceso de búsqueda, ya que la población marinera que se refleja en el mar ha sido tratada por el artista en un sentido prácticamente puntillista, y realizada a base de pinceladas cortas aplicadas rítmicamente que denotan aún la sujección a la forma de aquello que representa. A pesar de ello, la tela mantiene un cierto regusto de la etapa anterior. Mir continua contrastando zonas iluminadas con zonas sombrías, de la misma manera que mantiene el predominio de los amarillos, rojos y naranjas que lo habían caracterizado como integrante de la "Colla del Safrà" (el Grupo del Azafrán".)



    Novembre. Canyelles (Barcelona). Modernismo. Colección J. Amat.

   Encabezamiento del blog: Nocturno. Mallorca.

    Crepúsculo. Modernismo.

L'ermità de San Blai. Museo Biblioteca de Balaguer.  Vilanova i la Geltrú (Barcelona.) Modernismo

L'Aleixar de 1910 era una población próspera. Sus habitantes se dedicaban al cultivo de frutos secos, árboles que sustituirían la "vinya" después del desastre que provocó la "fil.loxera", y también de los cereales. El municipo situado en un valle, bajo los últimos contrafuertes de la sierra de la Mussara, estaba dominado por el montículo donde se alzaba la ermita de Sant Blai, uno de los lugares predilectos del artista, que convirtió en su particular observatorio del lugar.
Allí vivía un ermitaño, conocido con el nombre de "Lo Cotna", que gustaba del vino, y que se convirtió en el compañero y amigo de Mir en sus salidas a la ermita.
Son muchas las aportaciones de esta etapa que transcurre en L'Aleixar en la trayectoria del artista, pero en realción con la obra que nos ocupa, sería preciso destacar sobre todo una, la reaparición de la figura humana como coprotagonista de la obra.
Desde la etapa barcelonesa del pintor, el individuo había desaparecido de la tela, mientras que aquí la vemos protagonizada por el ermitaño de San Blas.
Mir toma entre los vecinos de l'Aleixar y de Maspujols  aquellos que llegarán a ser los modelos de sus obras, que aparecerán ahora integrados en el paisaje como un elemento natural propio. Lejos del retrato, el pintor querrá mostrar ahora la figura como algo inseparable del paisaje.
Fuentes: Obras: "LA CIUDAD DE LA PINTURA."
Textos: Grans Genis de l'Art a Catalunya." M I R. Ciro Ediciones S.A. 2008