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Algunos aspectos de su vida y de su arte:
La Roldana, como mujer de su época, pone su arte al servicio de la religión buscando, a través de sus imágenes, la reafirmación en la fe católica. Para conseguir esta simbiosis ha necesitado dedicar un tiempo importante a la lectura, algo que no pueden hacer todas las mujeres. Su arte está inspirado e informado por una profunda formación religiosa que promueve el diálogo entre la imagen creada y quien la contempla; es muy posible que manejara obras literarias y libros sagrados.
En la familia Roldán, de manera similar a lo que acontece en otros ámbitos artísticos y artesanales, algunas de las hijas se han casado con artistas y aprendices, trabajadores en el propio taller; sin embargo no todos estos matrimonios recibirán el beneplácito de la madre y del padre, Teresa y Pedro, de manera que unos resultarán más favorecidos que otros en el traspaso de sus bienes según testamento, del que descontarán, o no, la dote adelantada con ocasión de la boda.
Precisamente el matrimonio de Luisa es uno que no es del agrado de la familia y, por tanto, no recibe ayuda de ella. Así la escultora deberá trabajar fuertemente, para conventos, iglesias, cofradías y particulares, porque su trabajo es el dinero principal que entra en la casa para mantener a una familia numerosa en la que algunos de sus hijos morirán tempranamente debido a la gran mortandad infantil de la época. Trabaja para atender a su familia, pero lo hace con el esmero y el gusto de una gran artista con ganas de triunfar. Luisa está alcanzando fama en Sevilla y empieza a recibir encargos de otras ciudades.
Hacia el año 1686, marcha con su familia a Cádiz, donde los regidores municipales han propuesto al Cabildo Municipal que, para mayor gloria de la ciudad, se encarguen unas buenas esculturas de San Servando y San Germán, patronos de la misma, a la que está considerada como única escultora de su tiempo, Luisa Ignacia Roldán, que trabajaba y residía en la ciudad, haciendo figuras para la nueva catedral.
Son tantos los encargos que desarrolla la escultora en estos años de Cádiz y tan grande la maestría adquirida en todos los trabajos realizados, que dos años después marcha con la familia a Madrid bajo la protección del que era ayuda de cámara del rey Carlos II. El carácter de Luisa Ignacia es sensible y afectivo aunque también valiente y decidido, lo ha manifestado con la decisión de contraer matrimonio aún sin el beneplácito familiar. En estos años es difícil que una hija dé ese paso en contra de la familia.
Ya en Madrid solicita la plaza de escultora real, presentando pequeños y deliciosos grupos escultóricos con la intención de conseguirla. Por fin obtiene el título en octubre de 1692, realizando la imagen de Santa Clara para el convento de las Descalzas Reales, obra que firma como escultora de cámara y esculpiendo también, por encargo del rey, su obra cumbre, el arcángel San Miguel con el diablo en los pies que se encuentra en El Escorial. El trabajo en palacio no mejora su situación económica, puesto que los impagos eran frecuentes. La artista tiene que recurrir a su firme carácter para recuperar el dinero que se le debe.
Al morir el rey, temiendo que peligre su puesto de trabajo, tiene la iniciativa de presentar al nuevo rey Felipe V dos obras, junto a la solicitud de continuar siendo escultora de cámara. Lo consigue a la segunda solicitud, en 1701.
Luisa Ignacia Roldán, la Roldana muere en plena actividad artística. Además de ser una incansable trabajadora, es una artista que ha conseguido dotar a sus esculturas de emoción, expresividad y armonía y que ha conseguido ser la más destacada escultora barroca, ocupando su nombre un lugar de privilegio en el arte barroco español.
RESUMEN BIBLIOGRÁFICO.
Luisa Roldán - Luisa Ignacia Roldán Villavicencio conocida popularmente como "La Roldana", nace en Sevilla en 1652 y fallece en 1706. Es una de las principales figuras de la escultura del Barroco en la Andalucía de finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Hija del prestigioso escultor Pedro Roldán, logró fama en su época, y leyendas populares sugieren que vivió una existencia agitada. Se casa en contra de la voluntad paterna con el escultor Luis Antonio de los Arcos en la Navidad de 1671.
Tuvo siete hijos de los que sobrevivieron tres; su marido, hombre de negocios, también se dedicaba a pintar sus tallas.
En 1686 marcha a Cádiz para realizar diversos trabajos; en 1688-89 viaja a Madrid, en donde trabajará como escultora de cámara para los monarcas Carlos II y Felipe V.
A pesar de su fama, su trabajo para un mecenas madrileño y un premio de la Academia Romana de San Luca, Luisa nunca disfrutó de fortuna económica y muere en la pobreza en 1706.
Su obra, fue muy abundante y de carácter principalmente religioso, se distribuye sobre todo por Andalucía Occidental: Sevilla, Salteras, Sanlúcar la Mayor, Cádiz (destacan las tallas de los patronos San Servando y San Germán, la desaparecida María Magdalena quemada en 1936), Sanlúcar de Barrameda, Jerez de la Frontera (Dolorosa de los Remedios), Puerto Real (Virgen de la Soledad), Carmona, Córdoba (Ecce-Homo)... pero también fuera de Andalucía: Sisante (Cuenca), Madrid y Móstoles.
Encabezamiento del blog:
San Servando y San Germán.
1.- Sagrada Família con el Niño dando sus primeros pasos. Excma Diputación Provincial de Guadalajara. (De posible escuela de la Roldana.)
2.- San Miguel y el demonio.
3.- Sagrada família (detalle)
4.- Ángel Servita. Cofradía de la Sangre de Murcia.
5.- Vírgen de la Leche. Convento de San Antón (Granada)
6.- (Coautoría con su padre) Ángel Confortador 1675 Hdad. de Montesión. Sevilla.
7.- San Joaquín, Santa Ana y la Vírgen. (Museo de Bellas Artes de Guadalajara)
8.- Vírgen con Niño 1699 Convento de San José (Las Teresas).
Fuentes de los textos y algunas imágenes: FORO XERBAR. Tu comunidad variada; AMIGOS DEL FORO CULTURAL DE MADRID y ARTE SACRO.